En Bici por Madrid Rio

Seguro que sabes que Madrid no tiene playa pero, ¿sabías que tiene un río? El Río Manzanares atraviesa la Comunidad de Madrid y pasa por la capital y es, a día de hoy, uno de los lugares más agradables para pasear y hacer deporte de la zona sur de la ciudad.

Durante muchos años, el río de Madrid fue un gran olvidado, ya que transcurría pegado a la carretera M-30. Sin embargo, después de cinco interminables años de obras, durante los que se enterró un tramo de más de siete kilómetros de esta vía con la que colindaba, se han recuperado sus riberas y los madrileños ahora pueden disfrutar de una gran zona verde sobre lo que antes sólo era cemento y hormigón.  

Una manera estupenda de recorrerlo es en bicicleta. Puedes alquilar en una de las muchas tiendas de la zona (como mibikerio.com, funbikes.es o ecomovingsports.com) por cinco euros la hora, o llevar tu propia bici al parque.

Te recomiendo que empieces desde Príncipe Pío por la orilla derecha (Avenida del Manzanares) y avances en paralelo al río mientras te vas fijando en los puentes, que son puntos de interés histórico: el puente de Toledo –del siglo XVIII y de estilo churrigueresco-;  el puente y la puerta del Rey –construídos en el siglo XIX para dar acceso a la realeza desde el Palacio hacia la Casa de Campo- y el puente de Segovia, diseñado por Juan de Herrera en el siglo XVI.

Además la vista es muy interesante: a tu izquierda podrás disfrutar del Palacio Real, los Jardines del Moro y la Catedral de la Almudena. Y el parque también queda justo al lado del estadio Vicente Calderón, casa del Atlético de Madrid.

Si sigues avanzando, llegarás al espectacular puente de Arganzuela, inagurado en 2011 y diseñado por el arquitecto francés Dominique Perrault. Son dos cilindros metálicos y, para cruzar el río hacia la otra orilla, has de pasar por dentro. La sensación futurista del interior es increíble.

Una vez al otro lado, puedes seguir avanzando hasta el Matadero de Madrid que, muy lejos de su función original, ahora es un espacio multicultural emblemático de la capital. Te recomiendo que entres en las dos pasarelas gemelas para ver los mosaicos de las bóvedas.

Ya de vuelta, disfruta de un merecido descanso en cualquiera de las terracitas al borde del río. ¡Dentro del parque encontrarás un montón de opciones para tomar el aperitivo!